La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció este lunes que su gobierno no tiene la capacidad de derogar la Ley del ISSSTE de 2007 —promovida por el expresidente Felipe Calderón— debido al fuerte impacto financiero que implicaría para el presupuesto nacional.
Dirigiéndose a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tras las recientes protestas realizadas en la Ciudad de México, Sheinbaum explicó que no es viable regresar al sistema anterior a dicha reforma.
“En este momento, esa medida supondría una carga insostenible para las finanzas públicas. Comprometeríamos los recursos destinados a programas sociales, infraestructura, sueldos del personal del Estado y en general al presupuesto público”, expresó ante los medios.
También rechazó la propuesta de la CNTE de utilizar los fondos de las Afores para solventar esta transición, argumentando que ese dinero pertenece exclusivamente a los trabajadores y no puede ser usado por el gobierno ni por las instituciones financieras.
“No se pueden usar las cuentas individuales de los trabajadores para financiar la propuesta de la CNTE, porque ya tienen propietarios definidos”, subrayó.
Sheinbaum defendió que, a partir de la ley de 2007, los trabajadores no reciben una pensión inferior a su salario, a diferencia del esquema anterior en el que el monto se reducía. Además, destacó que las reformas impulsadas por su administración siguen una lógica progresista, como la de 2020 que redujo las comisiones de las Afores, y la de 2024 que creó el fondo de pensiones para el bienestar.
“Se trata de un régimen solidario impulsado por el presidente López Obrador, que busca garantizar pensiones justas. Incluso es mejor que volver al sistema anterior de 2007”, afirmó.
Contraste con declaraciones pasadas
Estas declaraciones contrastan con lo dicho por Sheinbaum en abril del año pasado, cuando en un mitin en Sinaloa, como aspirante a la presidencia, prometió revertir esa legislación.
En Los Mochis, criticó que durante el periodo neoliberal se aprobaron dos leyes perjudiciales para los trabajadores: la reforma a las pensiones de 1997 y la del ISSSTE en 2007.
“—La ley promovida por Calderón— que ni queremos recordar, afectó gravemente a los trabajadores del Estado. Pero cuando nuestros senadores y diputados lleguen, nos van a ayudar a echar atrás esas dos leyes para que los trabajadores de México recuperen sus pensiones”, prometió en aquel momento.